El verano es sin duda uno de los mejores momentos para ejecutar este tipo de obras de rehabilitación. Llegado el momento del cambio, lo que debemos plantearnos es mejorar la eficiencia energética de la vivienda para conseguir un ahorro energético.

La capacidad de aislamiento térmico de los elementos de una ventana está definida por su transmitancia térmica o valor U, expresada en W/m2K, siendo más aislante cuanto menor es el valor de U. Aunque existen otros conceptos a tener en cuenta, este es uno de los más importantes.

Los tipos de marcos más comunes que nos encontramos en el  mercado son:

·       Marcos metálicos. Su transmitancia térmica ronda U = 5,7 W/m2K.

·       Los Marcos Metálicos con RPT. La transmitancia térmica rondará de U = 4,0 W/m2K hasta U = 3,20 W/m2K.

·       Marcos de Madera. La transmitancia va a depender del grosor de la madera que pongamos en el marco pero rondará entre U = 2,2 W/m2K hasta U = 2,0 W/m2K.

·       Marcos de PVC: Los marcos de este tipo de material por norma general van a ser huecos, ofreciéndonos un comportamiento térmico estupendo. La transmitancia ronda de U = 2,2 W/m2K hasta U = 1,8 W/m2K.

Otro elemento muy importante a tener en cuenta son los vidrios. Podemos encontrar vidrios de varios tipos: sencillos, aislantes, de control solar, etc. Pero los que nos aportan una reducción superior de pérdidas de energía tanto de calefacción como de refrigeración son los vidrios de Aislamiento Térmico Reforzado (ATR), que incorporan una capa de baja emisividad, alcanzando valores de U entre 2,6 W/m2K y 1,4 W/m2K. Estos valores todavía pueden ser mejorados en determinadas situaciones instalando triples acristalamientos que dotados de dos vidrios de baja emisividad y gas argón en sus cámaras permiten alcanzar valores de U de 0,52 W/m2K.

Algunas de las principales ventajas con el cambio de carpintería exterior son:

·       Reducción en nuestras facturas, por lo que la inversión se amortiza rápido.

·       Mejoramos el confort térmico de nuestro hogar con el mismo consumo.

·       No se producirán entradas de aire, lo que evita muchas humedades de condensación.

·       Lograremos un aislamiento acústico mucho mayor.

Reducimos las emisiones de dióxido de carbono, mejorando el efecto invernadero y contribuyendo a conservar el medio ambiente.